Ira
(Nivel calibrado 150)

INTRODUCCIÓN

La ira puede llevar a una acción constructiva o destructiva. A medida que las personas salen de la apatía y el sufrimiento y superan el miedo como forma de vida, empiezan a desear. El deseo lleva a la frustración, que a su vez conduce a la ira. Por tanto, la ira puede ser un punto de apoyo por el cual los oprimidos son finalmente son catapultados a la libertad.

La ira por la injusticia social, la victimización y la desigualdad ha activado grandes movimientos que han llevado a cambios importantes en la estructura de la sociedad. Teniendo en cuenta que fueron los movimientos y no la propia ira en sí lo que trajo el beneficio constructivo.

La ira, sin embargo, se expresa más a menudo como resentimiento o como estilo de vida ejemplificado por las personas irritables, personas explosivas que son hipersensibles a los desaires y llegan a convertirse en “coleccionistas de injusticias”o son descritas como camorristas, discutidores, beligerantes, o litigiosos.
La ira que surge de los deseos frustrados se basa en un campo de energía por debajo del deseo. La frustración viene de exagerar la importancia de los deseos. La personas enojada puede, al igual que el niño frustrado, entrar en cólera. La ira lleva fácilmente al odio, lo que tiene un efecto corrosivo en todos los ámbitos de la vida de una persona.

La ira prevalece en la sociedad como una emoción en forma de reacción transitoria, pero la ira como nivel de conciencia es indicativa de dominio por un campo omnipresente de energía negativa que es reflejo de una percepción del ego distorsionada. Un aspecto principal de la distorsión es una visión del mundo narcisisticamente orientada y la expectativa de que el mundo debe abastecernos o adaptarse a nuestros deseos o percepciones, el resultado es la frustración crónica y el resentimiento.

El ego narcisista es competitivo y tendente a sentirse despreciado e insultado, incluso a la minima provocacion. Puesto que el núcleo del ego se ve a si mismo como soberano tiene expectativas de que se le considere prioritario, por lo tanto espera el cumplimiento de sus deseos y expectativas. Esto se traduce en resentimiento y ardiente ira crónica que se disimula y se expresa como mal genio, mal humor, o actitudes de “amargura”.

La ira también puede ser encubierta en posiciones sociales sofisticadas que llevan a representar el rol de la protesta crónica o la de críticos autoproclamados que atacan furiosamente a los percibidos como enemigos.
Periódicamente, la ira reprimida emerge como comportamiento agresivo explícito o incluso llega al asalto físico, así como en expresiones tales como la intimidación y los disturbios públicos. Cuando los resentimientos se acumulan, las rabietas de carácter periódico o rabia pueden surgir. Normalmente estas se expresan en las relaciones con el cónyuge o mediante el abuso infantil. La ira crónica a menudo se convierte en una personalidad tan agresiva que intenta obligar a los demás mediante la intimidación y la dominación. El estilo de vida resultante es característicamente descrito como “tormentoso”.


LAS DUALIDADES DE LA IRA

Fuente

EL MAPA DE LA CONCIENCIA